Ponferrada

 

HISTORIA

La ciudad de Ponferrada tiene su origen en la Edad Media surgiendo como asentamiento alrededor del Camino de Santiago. A finales del siglo XI, el obispo astorgano Osmundo, en connivencia con el rey Alfonso VI de León, ordenó la construcción de un puente sobre el río Sil que facilitase el paso a los peregrinos a Compostela, el cual fue reforzado con hierro. Era el "Pons-Ferrata" que dará nombre a un primitivo núcleo de población, la "Puebla de San Pedro", llamada así por la dedicación de la iglesia románica construida en el siglo XII a la salida del puente. Ese primitivo barrio se unió al pequeño poblado que el rey de León, Fernando II, creó en la otra orilla, sobre un promontorio rocoso al que rodeaba una cerca. Este recinto será ampliado en los siglos siguientes como fortaleza de los monjes Templarios y como residencia de otros señores feudales, siendo el barrio que se consolida como ciudad de Ponferrada.

Ubicación de Ponferrada en un mapa del siglo XVIII

 

Hacia el año 1178, por concesión de los Reyes de León, los Templarios se establecieron a lo largo del Camino de Santiago, teniendo noticias de su presencia en nuestra tierra pocos años después. El rey Alfonso IX donó Ponferrada a los Templarios con la misión de proteger a los que acudían en peregrinación a Compostela, ya que en la zona se cometían muchos abusos contra ellos. Las crónicas cuentan que aquellos primeros Templarios llegaron con el maestre provincial Guido de Garda a la cabeza, siendo Fray Helías el primer comendador de Ponferrada. La tradición les atribuyó hazañas de toda índole, incluida la del hallazgo de la imagen de la Virgen de la Encina, patrona de El Bierzo, allá por el año 1200, en el hueco de una encina. Con la disolución de la Orden del Temple, la ciudad, enclave importante en el camino de la Meseta a Galicia, pasó por la tenencia de distintas familias que ampliaron la fortaleza y ensancharon sus límites: Castros y Osorios, principalmente, siendo clave la figura de Pedro Álvarez Osorio, señor de Cabrera y Ribera de León, que en 1456 se convirtió en Conde de Lemos por concesión de Enrique IV.

Precisamente en esta época, en el contexto del conflicto por la sucesión de Enrique IV, estalló la segunda Revuelta Irmandiña que, iniciada en Galicia, se expandió al Bierzo desde su parte occidental en 1467, atacando los irmandiños varias fortalezas leonesas, como Cornatel, Balboa o Sarracín, llegando hasta Ponferrada, donde se refugió buena parte de la nobleza gallega que huía de los irmandiños, y que se atrincheró en la fortaleza ponferradina, que sufrió daños por al ataque de las fuerzas irmandiñas, antes de ser sofocada la revuelta. Tras ésta, en 1469, Pedro Álvarez Osorio, mandó reconstruir y reparar sus castillos que habían sufrido daños, siendo el caso del de Ponferrada.

Posteriormente, tras el fallecimiento en 1483 de Pedro Álvarez Osorio, estalló un cruento conflicto por su sucesión, que enfrentó, por un lado, al bando formado por la segunda mujer del Conde de Lemos, María de Bazán, y su hija Juana Osorio, casada con Luis Pimentel (hijo del conde de Benavente), y por otro lado a Rodrigo de Castro Osorio, nuevo Conde de Lemos. Para solucionar el conflicto, en 1486 los Reyes Católicos decidieron actuar, creando el marquesado de Villafranca del Bierzo para Juana y su marido Luis Pimentel, quedando para Rodrigo de Castro Osorio el condado de Lemos, motivo por el cual los monarcas obligaron a éste a entregar el castillo de Ponferrada, que había tomado, que pasó a manos de la Corona. De esta manera, el castillo y la villa de Ponferrada pasaron a ser de realengo nuevamente, hecho que se prolongó hasta el fin del Antiguo Régimen, correspondiendo a los monarcas nombrar corregidor en la villa, siendo don Juan de Torres el primero que detentó este cargo tras la vuelta a la propiedad real.

Por otro lado, en esta época, en el contexto del conflicto por la sucesión de Enrique IV, estalló la segunda Revuelta Irmandiña que, iniciada en Galicia, se expandió al Bierzo desde su parte occidental en 1467, atacando los irmandiños varias fortalezas leonesas, como Cornatel, Balboa o Sarracín, llegando hasta Ponferrada, donde se refugió buena parte de la nobleza gallega que huía de los irmandiños, y que se atrincheró en la fortaleza ponferradina, que sufrió daños por al ataque de las fuerzas irmandiñas, antes de ser sofocada la revuelta. Tras ésta, en 1469, el conde de Lemos, Pedro Álvarez Osorio, mandó reconstruir y reparar sus castillos que habían sufrido daños.
 
Posteriormente, tras el fallecimiento en 1483 de Pedro Álvarez Osorio, estalló un cruento conflicto por su sucesión, que enfrentó, por un lado, al bando formado por la segunda mujer del Conde de Lemos, María de Bazán, y su hija Juana Osorio, casada con Luis Pimentel (hijo del conde de Benavente), y por otro lado a Rodrigo de Castro Osorio, nuevo Conde de Lemos. Para solucionar el conflicto, en 1486 los Reyes católicos decidieron actuar, creando el marquesado de Villafranca del Bierzo para Juana y su marido Luis Pimentel, quedando para Rodrigo de Castro Osorio el condado de Lemos, motivo por el cual los monarcas obligaron a éste a entregar el castillo de Ponferrada, que había tomado, que pasó a manos de la Corona. De esta manera, el castillo y la villa de Ponferrada pasaron a ser de realengo nuevamente, hecho que se prolongó hasta el fin del Antiguo Régimen, correspondiendo a los monarcas nombrar corregidor en la villa, siendo don Juan de Torres el primero que detentó este cargo tras la vuelta a la propiedad real.

Por otro lado, cabe destacar que, con la reducción de ciudades con voto en Cortes a partir de las Cortes de 1425, las localidades del actual municipio de Ponferrada pasaron a estar representadas por León durante toda la Edad Moderna, lo que les hizo formar parte de la provincia de León de la época, encabezando Ponferrada un partido propio dentro de ésta, que coloquialmente era denominado "provincia del Vierzo".​ Asimismo, debido a la adscripción territorial desde la Alta Edad Media del territorio de Ponferrada al reino leonés, durante toda la Edad Moderna las localidades del municipio formaron parte de la jurisdicción del «Adelantamiento del reino de León». De esta época, cabe señalar también que es cuando puede considerarse que Ponferrada empieza a desarrollarse como urbe propiamente dicha, ya que entre los siglos XVI al XVIII se construyeron sus edificios más singulares y notables.

Ya en la Edad Contemporánea, iniciado el siglo XIX, durante la Guerra de la Independencia Ponferrada destacó por haber llegado a albergar la sede de la Junta Superior de León en diversas fechas de 1809, 1810 y 1811. Asimismo, más tarde, en el Trienio Liberal, Ponferrada pasó a formar parte de la provincia de Villafranca o "del Vierzo",​ si bien al perder ésta su estatus provincial al finalizar el Trienio Liberal, en la división de 1833 pasó a estar adscrita nuevamente a la provincia de León, conservando no obstante su pertenencia a la Región Leonesa.​ Un año después, en 1834, cuando se realizó en España la primera división en partidos judiciales, Ponferrada pasó a encabezar uno de ellos,18​ incorporando al mismo el partido judicial de Villafranca en 1966.

Ya en el siglo XX, cabe destacar que el 4 de septiembre de 1908 el rey Alfonso XIII concedió a Ponferrada el título de ciudad. Asimismo, en esta época, el descubrimiento y la explotación de las riquezas minerales, hierro y carbón, así como la instalación en 1949 de la central térmica, cambiaron el rumbo agrícola de la cuidad por un rápido despegue económico que la convirtió en la capital indiscutible del Bierzo.

 

MONUMENTOS

En el casco antiguo se conservan vivas las huellas de la historia de Ponferrada. En el entramado de callejuelas tejido en la parte alta de la ciudad y presidido por la silueta majestuosa del Castillo de los Templarios el viajero irá descubriendo la Basílica de la Encina, la Calle del Reloj y su torre (levantada sobre una de las puertas de la antigua muralla), que da paso a la Plaza del Ayuntamiento, presidida por la fachada de la Casa Consistorial. La Real Cárcel, hoy museo del Bierzo, ofrece un paseo por la historia, desde la más remota a la más cercana. El municipio de Ponferrada se extiende hacia el sur hasta los Montes Aquilianos y las tierras de Valdueza a través de un paisaje espectacular que nos muestra además, una historia habitada por monjes y santos (Fructuoso, Valerio, Genadio), que fundaban monasterios: Santiago de Peñalba y su iglesia mozárabe del siglo X, Montes de Valdueza y su Monasterio,Compludo y su herrería... Y muy próximas a la ciudad, la iglesia mozárabe de Santo Tomás de las Ollas y la románica de Santa María de Vizbayo en Otero.

 

-Castillo de los Templarios. Cuando en 1178 Ponferrada pasa a depender de la Orden del Temple por donación de los reyes leoneses, los templarios se encuentran una pequeña fortaleza que fue en su origen castro y posteriormente ciudadela romana. Ellos la amplían y mejoran como defensa del Camino de Santiago, estando acabada en 1282. El castillo que hoy conocemos es el resultado de una larga serie de ampliaciones. Las reformas y añadidos van desde la primera cerca de la planta cuadrada de principios del siglo XII, hasta las últimas zonas construidas a finales del siglo XV y principios del XVI. Posteriores incorporaciones, como las caballerizas en 1848, y las numerosas reformas llevadas a cabo desde principios del siglo XX, han contribuido a la complejidad del conjunto, tal y como lo conocemos hoy en día. Los escudos y blasones de quienes lo ocuparon y contribuyeron en su construcción son prueba de sus diferentes etapas.

Castillo de Ponferrada (Foto: Miguel E. Gil)

 

-Basílica de la Encina. Templo renacentista con planta de cruz latina, iniciada antes de 1573 sobre planos de Juan Alvear. En su interior destaca el Retablo Mayor, en madera policromada, de la escuela de Gregorio Fernández, fechado entre 1630 y 1640. Preside el retablo la imagen de la Virgen de La Encina "La Morenica" patrona del Bierzo. En el exterior sobresale la torre iniciada en 1614 que se prolonga durante todo el siglo XVII. En el XVIII se construye el camarín de la Virgen. A pesar de que existe un anacronismo evidente, una leyenda narra cómo la talla de la Virgen traída de Tierra Santa por el Santo Toribio, obispo de Astorga, hubo de ser escondida con el fin de preservarla de las invasiones musulmanas. El rastro de la imagen se perdió y siglos después, los templarios encontraron la talla oculta en el interior de una encina mientras se aprovisionaban de madera. La Virgen adoptó el apelativo del árbol en el que había sido hallada.

Basílica de la Encina (Foto: Miguel E. Gil)

 

-Real Cárcel. Las obras de este edificio, comenzaron hacia 1565, bajo la dirección del maestro Francisco Samper. El edificio, hoy sede del Museo del Bierzo, fue en otro tiempo casa del corregidor, cárcel y lugar de reuniones para el Consistorio. Su fachada presenta portada con arco de medio punto, flanqueada por el escudo de armas de la ciudad y el del conde de Toreno. En la planta primera se extienden cinco balcones sobre ménsulas y gola. Por encima se remata el cuerpo central con un hastial redondeado, y armas de Carlos V. El edificio, de planta casi cuadrada, se estructura en torno a un patio central, que albergaba, hasta su reciente restauración, el pozo. Sufrió en 1799 una importante remodelación y en 1995 ha sido restaurado por el arquitecto Andrés Lozano, con el fin de acondicionarlo como museo.

Real Cárcel de Ponferrada (Foto: Miguel E. Gil)

 

-Casa Consistorial. El edificio actual se construyó, casi en su totalidad, entre 1692 y 1705, según proyecto de Pedro de Arén. En su construcción trabajaron los maestros de cantería Domingo del Campo, Juan Vierna, Diego López, Santiago Gamallo, Lucas González de Pinas, Domingo García y Juan Centeno. Presenta una estructura central flanqueada por dos torres, que se rematan en una esbelta aguja al estilo Austria. La planta baja posee vanos recorridos por dintel y ciñen la puerta sendas columnas sobre plintos. La planta primera mantiene la correspondencia de líneas decorativas de la planta inferior, destacando la balconada corrida, sobre ménsulas, con barandilla de hierro. Las líneas de los cuerpos inferiores se trasmiten, a través de los pilares, hacia las dos torres donde lucen las armas de la ciudad y poseen también sendos balcones, sobre ménsulas, cerrados con barandilla. Corona la estructura central, entre las dos torres, un solemne hastial donde se ha grabado el blasón con los símbolos imperiales.

Consistorio de Ponferrada (Foto: Miguel E. Gil)

 

-Torre del Reloj. Ubicada sobre una de las puertas de la muralla medieval, única que se conserva, la Torre del Reloj se encuentra sobre el Arco de la Eras, en el acceso a la Calle del Reloj (junto al Ayuntamiento). De planta rectangular, consta de tres cuerpos construidos en mampostería de pizarra y canto rodado, excepto en esquinas y jambas, en las que se emplean sillares de granito. La Torre, construida antes de 1567 constaba inicialmente de dos cuerpos, levantados sobre el arco de medio punto: el cuerpo inferior ostentaba el notable escudo de Felipe II y el superior el reloj. En 1693 se añadió el cuerpo que hoy aloja la campana, rematado con un esbelto chapitel. Se accede a ella por una escalera exterior desde la Calle Carnicerías. Por su originalidad, la silueta de la Torre del Reloj está inseparablemente unida a la imagen de Ponferrada.

Torre del Reloj (Foto: Miguel E. Gil)


-Casa de los Escudos. Edificio del siglo XVIII, fue mandado construir por D. Manuel Francisco García de las Llanas, regidor perpetuo de la Villa y capitán del Regimiento de Milicias de León. A principios del siglo XIX la casa se convierte en propiedad de la familia Quiñones y más tarde, en 1870, es adquirida por la familia de Adelino Pérez Gómez. En la actualidad es propiedad del Ayuntamiento de Ponferrada. El estilo de la edificación corresponde al barroco tardío. En el muro delantero presenta, en cada uno de sus tramos, tres balcones distintos; sobre portada dintelada balcón en voladizo y balcón sencillo sobre ménsulas en el tramo medio. En el cuerpo final del edificio podemos destacar un balcón de cuerpo muy volado, con jambas molduradas, repisa de granito con molduras cóncavas y convexas, gola y remate inferior y a cada lado, un escudo (ambos de la misma época que la casa) con las armas de las dos ramas de la familia García de las Llanas. Merece nuestra atención el muro trasero en la calle Comendador y el conjunto de cuatro balcones en la planta primera. En 1989 el edificio fue restaurado por la Escuela Taller de Ponferrada, modificando totalmente su interior, a excepción de la bodega. Actualmente alberga el Museo de la Radio.

Casa de los Escudos (Foto: Miguel E. Gil)

 

-Casa de los Macías. Edificio barroco del siglo XVIII con excelente fachada de fábrica combinada de canto rodado y cantería en cuyo centro destaca un soberbio escudo en forma de armadura y dividido en cuatro cuarteles. Destaca el trabajo de cantería en las molduras de las ventanas y balcones así como en los aleros y vierteaguas. Esta casa es un modelo acabado del barroco berciano.

Casa de los Macías (Foto: Miguel E. Gil)


-Las Cuadras. Edificio anexo a la muralla del castillo de línea neoclásica construido en 1848 por el Ayuntamiento, utilizando como materiales aquellos que provenían del castillo, tales como jambas de puertas y ventanas góticas. Su misión consistía en servir de cuadras para el mercado de la ciudad, instalado allí mismo. La obra está dividida en dos partes simétricas, posee muros de mampostería, reforzados con obra de sillería. Es curiosa su entrada, fechada en 1848 que da acceso a un patio empedrado con diminuto canto de río. Encima de la portada se encuentra el escudo de la ciudad y la fecha de su construcción. Actualmente es sede de la Oficina de Información y Turismo.

Las Cuadras (Foto: Miguel E. Gil)

 

-Capilla de Nuestra Señora del Carmen. Fundada antes de 1681 por Pascual Pérez de Quindós y su esposa, Isabel Crespo de Rueda. El Ayuntamiento en 1713, la entregó a los Carmelitas descalzos, quienes levantaron un albergue para peregrinos y pobres, y la rigieron hasta poco después de 1758. Actualmente se conserva la iglesia, con planta de cruz latina que dispone de una sola nave con cubierta de bóveda de cañón y cúpula en el crucero, dos pequeños atrios porticados, uno al norte y otro al sur y una pequeña torre de espadaña, barroca. En su interior destacan en su retablo, las tallas de Sta. Teresa, San José y Ntra. Señora del Carmen. Junto a la capilla se encuentra el actual Albergue de Peregrinos.

Capilla de Nuestra Señora del Carmen (Foto: Miguel E. Gil)