LEDESMA
HISTORIA
Declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1975, Ledesma fue conocida por los vetones y, posteriormente los romanos, como "Bletisama"o "Bletisa". Sus orígenes poblacionales se sitúan hace casi 3.000 años, en un antiguo castro vetón datado en el siglo VII a.C. Su nombre procede del ya mencionado "Bletisama", que se traduciría por los vetones como "la llana en un alto", derivando posteriormente a "Bletisma", de ahí a "Letisma" y "Letesma", que nos llevaría al "Ledesma" actual. En la época de dominación romana, Bletisa fue una de las ciudades más importantes de la Lusitania, región hispana en que se encuadraba como territorio anteriormente vetón, quedando piedras labradas, lápidas y vestigios arquitectónicos de dicha época, como el "Puente Mocho".
En la Edad Media, Ledesma fue reconquistada primeramente por el rey de León Ramiro II en el 939, que la repuebla. En las guerras de cristianos y musulmanes Ledesma llegó a ser atacada y saqueada por Almanzor, siendo repoblada de nuevo por Alfonso VI de León a finales del siglo XI. En 1161 el rey de León Fernando II concede Fueros a Ledesma y la convierte en un señorío real del que dependen casi doscientas localidades, con un alfoz de amplia extensión que hace frontera con Portugal en el oeste. Para reforzar su posición, este monarca decide amurallar la villa y erigir un castillo en la misma, que se conserva en la actualidad. Favorecida por su situación geográfica y su emplazamiento en la calzada que unía Zamora y Ciudad Rodrigo, Ledesma se convierte en una de las poblaciones más importantes del Reino de León y, de hecho, es una de las que mandan representantes a las primeras Cortes del mundo en que se da representación de los ciudadanos, las Cortes del Reino de León de 1188. Posteriormente Ledesma siguió poseyendo el derecho a estar representado en las Cortes leonesas hasta la última reunión de éstas en 1349.
Ubicación de Ledesma en un mapa de 1809
Pese a perder el voto en Cortes, Ledesma siguió ejerciendo como capital administrativa de lo que después sería el noroeste salmantino, por lo que su interés como centro comercial y de servicios se mantuvo, aumentándose la población, hecho favorecido por la situación de paz con Portugal. Es entonces cuando se crea el Condado de Ledesma, hasta entonces Señorío de realengo, y que el monarca Enrique IV cede a Beltrán de la Cueva, otorgando a la villa varios privilegios. Posteriormente, las guerras con Portugal en los siglos XVII y XVIII merman la población y recursos de Ledesma, frenando su crecimiento demográfico. Por otro lado, en la reforma administrativa de Floridablanca de finales del XVIII, Ledesma queda adscrita a la provincia de Salamanca y al Reino de León, que ajustan sus fronteras a las provincias actuales en 1833. Entretanto, en la Guerra de Independencia Ledesma fue tomada por tropas francesas, que vencen la resistencia local.
-Castillo. Fue construido por orden del rey Fernando II de León en la segunda mitad del siglo XII, siendo posteriormente reformado por los condes de Ledesma en el siglo XV. Destaca en él su puerta sur, flanqueada por dos torres de diferente traza, una circular y otra poligonal. Pese a haber perdido casi todas sus dependencias interiores aún se conservan dos habitaciones de la época. Se puede visitar el interior pidiendo las llaves del castillo en el bar que hay junto al jardín que se abre en el entorno de la puerta nororiental del castillo.
-Murallas. Estando configurada la que se conserva por lienzos de diversas épocas (hay restos de la muralla de época vettona, romana y leonesa), la mayor parte de la misma data del siglo XII, siendo construida por orden de Fernando II de León, siendo algunas partes de esta muralla reformados por Beltrán de la Cueva en el siglo XV. La única puerta que se conserva de la muralla es la de San Nicolás, del siglo XII y de bellísima factura.
-Iglesia de Santa María la Mayor. Construida inicialmente en el siglo XII bajo el reinado de Fernando II de León, conserva de dicha época elementos en su parte inferior como el pórtico que se sitúa bajo la torre de la iglesia. No obstante la mayor parte de la iglesia que podemos observar actualmente obedece a la reforma realizada a finales del siglo XV y en la que se observan elementos característicos como las bolas típicas del gótico isabelino que podemos ver también en otras obras de dicha época como la torre de Guadramiro.
La parte más alta de la torre y la capilla mayor, no obstante, datan de la reforma llevada a cabo en la segunda mitad del siglo XVI. Destaca en este espacio la venera central, en forma de concha. La iglesia cuenta asimismo con tres capillas laterales, siendo la más antigua la de los Pobres, de 1405 (aunque ampliada en el XVII), seguida de la de Enrique de la Cueva, de principios del XVI, y la de Juan de Herrera o de la Clerecía, realizada en 1535.
-Iglesia de Santa Elena. De estilo románico fue construida entre el siglo XII y principios del XIII, a caballo entre los reinados de Fernando II y Alfonso IX de León, siendo la única iglesia que se conserva de la Ledesma altomedieval. En ella se percibe influencia bizantina en sus capiteles de la entrada norte, destacando en el conjunto de la iglesia la decoración de los canecillos exteriores, así como la sobriedad de su ábside.
-Iglesia de San Miguel. Construida originalmente a finales del siglo XII en estilo románico, de dicha época apenas se conserva el hastial norte, así como un ábside semicircular, de bella factura. En el último tercio del XVIII se decide derribar la mayor parte de la iglesia románica para ampliarla, haciéndose dicha reforma en estilo neoclásico. Actualmente acoge en su interior el Centro de Interpretación Histórica de Ledesma “Bletisa”.
-Verraco. Actualmente se conserva un verraco de época vettona del siglo VII a.C., que fue descubierto en 1957. Pese a ello, hay que destacar que está datada la existencia de cuatro más en Ledesma hasta mediados del siglo XIX, que custodiaban el puente viejo de la villa y que fueron arrojados al río en torno a 1840 por orden del consistorio ledesmino.
-Menhir. De forma fálica, se trata de una gran piedra granítica de 2'50 metros. Fue trasladado hasta su actual ubicación junto al puente nuevo en 1971, procedente del entorno del puente romano de Peñacerracín.
-Puente Viejo. Aunque se apunta a su existencia en época romana lo cierto es que sólo puede confirmarse su factura medieval, datándose su construcción en el siglo XII, bajo el reinado de Fernando II de León, época en la que se fechan su parte inferior. Posteriormente fue reformado en el siglo XV bajo el condado de Beltrán de la Cueva, época de la que se conservan dos arcos ojivales, siendo los dos de los extremos de finales del XVI y el segundo desde el núcleo urbano de 1816, ya que los ejércitos de Napoleón dinamitaron dicho arco en 1812. Cabe señalar que desde 1462 a 1909 para pasar dicho puente había que pagar en la torre que se elevaba en el mismo el derecho de pontazgo al conde de Ledesma, privilegio que finalizó al adquirir el puente el ayuntamiento de Ledesma, derribándose la antedicha torre. Hasta el siglo XIX fue el puente más alto del río Tormes.
(AMPLIANDO SECCION, EN CONSTRUCCION)