Entre Roma y el Reino de León
Tras la caída de Roma llegaron al actual territorio leonés pueblos germánicos como los Suevos y los Visigodos. Los primeros se asentaron en el cuadrante noroeste de la Península Ibérica, llegando a ocupar primeramente los Suevos todo nuestro territorio si bien la parte sur y oriental la perdieron enseguida pasando a dominio visigodo, pueblo este último que acabaría ocupando todo lo que posteriormente sería el Reino de León y, de hecho, la leyenda cita a las comarcas de la Sierra de Francia y Sierra de las Quilamas como el reducto final del último rey visigodo Rodrigo en España tras la invasión musulmana de la Península, quedando en nuestra tierra vestigios godos como la iglesia de San Pedro de la Nave (en el pueblo de Campillo), considerada una de las joyas del arte godo en España.
Iglesia visigótica de San Pedro de la Nave
Sea como fuere, tras la invasión musulmana de la Península en el 711 se fundará al norte de nuestra región el Reino Astur-Leonés. De este modo, en a mediados del siglo VIII Alfonso I reconquistará las ciudades de León, Astorga, Zamora, Ledesma o Salamanca, siendo considerado el primer rey de León, pues con él nace el concepto de León como territorio diferenciado de Asturias. Pese a ello ante los ataques musulmanes unos años más tarde Alfonso I deberá retroceder y volver a refugiarse en las montañas astur-leonesas. Algo parecido les sucederá a Alfonso II y Ramiro I debiendo ser Ordoño I quien reconquiste definitivamente las ciudades de León y Astorga en el siglo IX, quedando finalmente el río Duero consolidado como frontera al reconquistar a finales del siglo IX Alfonso III las ciudades de Zamora y Toro, tras lo que trasladará su Corte de Oviedo a León, naciendo así tras su testamento el Reino de León como ente administrativo-territorial propiamente dicho en el año 910.
Alfonso I de Asturias y León según un grabado del siglo XVIII