La Alberca
HISTORIA
Los primeros vestigios de la historia de La Alberca hay que buscarlos en la prehistoria, cuya huella permanece en las pinturas rupestres de la época del neolítico en numerosos canchales y riscos de los valles que rodean a La Alberca: Lera y Las Batuecas. En la Edad Media, entre los siglos XII y XIII se produjo su repoblación por decisión del rey de León Alfonso IX. Del flujo de gente que llegó a esta tierra, parte destacada fue la de origen francés a través de D. Raimundo de Borgoña, noble francés casado con doña Urraca, una de las hijas de Alfonso VI de León. Este origen justificaría la numerosa presencia de topónimos franceses en la Sierra de Francia.
Ubicación de La Alberca en un mapa de 1652
Al final de la Edad Media destaca un hecho de importancia capital para la zona: el hallazgo de la imagen de la Virgen de la Peña de Francia (1434), que convirtió el santuario construido posteriormente en un lugar de peregrinación, al que se unieron los peregrinos del Camino de Santiago que seguían el llamado Camino del Sur por la Calzada de la Plata. En el siglo XVII la Peña de Francia, con su Virgen Negra, es ya citada por Cervantes en El Quijote; el valle de Las Batuecas es para Lope de Vega el escenario en el que se refugian dos enamorados que huyen de la Corte. Desde entonces La Alberca, con la Peña de Francia y Las Batuecas, han sido un escenario convertido en mito, en leyenda. Esencia mítica que se mantiene en la actualidad en su arquitectura y su paisaje, en sus gentes y costumbres.
MONUMENTOS
-Arquitectura tradicional. Si recorres sosegadamente las calles y plazas de La Alberca, te irás encontrando con atractivos rincones y perspectivas, en los que resalta una arquitectura popular levantada a base de piedras y geométricos entramados de madera. Destacan los dinteles cincelados con fechas de fundación de las casas, con inscripciones, signos y anagramas religiosos, que quieren ser profesión visible de fe. Cada una de las plantas superiores va sobresaliendo sobre la inferior, hasta llegar casi a tocarse los aleros de los tejados de las casas que se hallan frente a frente, lo que hace que en las calles se produzca un curioso juego de luces y sombras. Se ha dicho que la estructura urbana de La Alberca es la de una judería, por lo intrincado, laberíntico y secreto de sus calles. Pero tampoco han faltado quienes, al recorrer el pueblo, lo han asociado con los arrabales de Damasco. La Alberca es así la unión, a lo largo de los siglos, de las culturas cristiana, islámica y judaica.
-Plaza mayor. Con sus fachadas recorridas por dos series de balcones, con la luz de la cal, con sus soportales e hileras de columnas graníticas y con el crucero presidiéndola es, sin duda, el eje central de La Alberca.
-Iglesia Parroquial. Su finalización data del siglo XVIII concretamente de 1733. Posee un interesante púlpito en granito policromado del siglo XVI, así como es reseñable el Santísimo Cristo del Sudor. La torre data del siglo XVI siendo construida por los primeros Duques de Alba cuyo escudo de armas tiene esculpido en un ángulo.
-Ermita de Nuestra Señora de Majadas Viejas. Se encuentra en la salida hacia Mogarraz a unos tres kilómetros en un bosque de castaño y robledal recóndito y casi místico. Tiene una virgen románica del siglo XII que se puede visitar en la iglesia parroquial, preciosa en su sencillez, como la ermita con su pórtico románico, el púlpito exterior de granito. Tiene su propia romería intimista y muy albercana, con Loa a la Virgen, comedia y capea.
-Ermita de San Marcos. Situada cerca de la de Majadas Viejas, está en un lugar privilegiado por las vistas que se contemplan, la Peña de Francia, la Peña del Huevo, el Portillo de la Cruz, el río Francia y la propia localidad de La Alberca, así como una gran laguna en medio de un robledal. El inicio de su construcción data de 1703.
-Ermita del Humilladero. Se encuentra ubicada en la entrada principal de la localidad.
-Ermita de San Blas. Antiguamente conocida como la de Los Santos Mártires, hasta no hace muchos años era el cementerio del pueblo. Tiene un ciprés enhiesto que destaca desde lejos. No se realiza culto en ella, sin embargo para los albercanos cobra especial importancia por la romería de "El Día del Pendón" que allí se celebra atando en su espadaña "el Pendón que las albercanas arrebataron luchando a los portugueses en 1475, y que desde entonces hasta nuestros días se celebra.
-Ermita de San Antonio. Se encuentra en la entrada desde Salamanca realizándose una procesión y misa el día de su festividad.