Pendones Leoneses

 

Los Pendones Leoneses son un elemento característico de buena parte de los pueblos del centro y del norte del País Leonés, constando de una gran vara o mástil (que suele llegar a alcanzar generalmente una altura de entre 7 y 13 metros) y portando en ella una tela que identifica el pendón del pueblo en cuestión. Dicha tela suele estar dividida en franjas que suelen combinar varios colores, siendo los más habituales el rojo y el verde, así como el blanco y el azul en los más vinculados a lo religioso. Los pendones son portados por una persona y su peso oscila entre los 15 y los 35 kilogramos generalmente, soliendo ser ayudados en su carga por "remos" que son cuerdas atadas a lo alto del pendón y que sirven para guiarlo más fácilmente durante su travesía.

Pendones de las provincias de Zamora y León reunidos en la ciudad de León

 

Aunque en un principio su origen fue totalmente popular con los siglos fueron asociándose a lo religioso, por lo que se popularizó su uso en las romerías o en las rogativas, siendo los más afamados desfiles de pendones los del día de la Patrona de la Región Leonesa, la Virgen del Camino, el día de San Froilán, en la ciudad de León y la romería de Fariza de Sayago. Pese a que antiguamente los Pendones Leoneses estaban repartidos indistintamente por todo el Reino de León desgraciadamente el paso del tiempo los ha borrado en casi todo el sur regional, quedando muy pocos pendones en dicha área geográfica siendo los más afamados los de Buenamadre y los de Corporario, aunque pudiendo atestiguarse su existencia hasta tiempos recientes en gran cantidad de pueblos.

Procesión de Pendones en Buenamadre